San Adeodato fue el Papa número 68 de la Iglesia, que según la tradición, utilizó por primera vez el sello papal en los documentos pontificios. Asimismo, se dice que curaba distintos tipos de enfermedades apoyando únicamente sus labios en las heridas de los enfermos.
El Martirologio Romano menciona el hecho de que una vez curó a un leproso al besarle las heridas.
San Adeodato fue hijo de un subdiácono llamado Esteban. Desde joven ingresó para su formación al monasterio benedictino de Roma dedicado a San Erasmo.
En el siglo VII, Roma estaba siendo asolada por el desorden, guerras y una mortal epidemia de peste. Por si fuera poco, en agosto del año 618 la Ciudad Eterna fue víctima de un terremoto.
Ante las tragedias, Adeodato mantuvo la serenidad y se preocupó por ayudar y consolar a los damnificados, a los enfermos y a los leprosos. Se le atribuye la capacidad milagrosa de haber curado de la peste a muchas personas.
Murió santamente en noviembre del 618.
La oración a San Adeodato…
Padre bueno y misericordioso.
Te pedimos por intercesión de tu representante en la tierra Adeodato I, a quien llamaste a servirte como Pastor de tu Iglesia, que al igual que él sepamos hacer tu voluntad por el tiempo que desees tenernos en esta tierra, con firmeza, alegría, esperanza y misericordia.
Por los méritos de tu hijo Jesucristo.
Amén
Texto: ACI Prensa