A pesar de que el inicio del año político en México ha estado marcado por lo que sucede en torno al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien asumió el poder apenas el 20 de enero y que parece estar cumpliendo todas sus amenazas de campaña en torno a los temas comerciales y de migración con su vecino del sur, 2017 es determinante para la política interna mexicana.
Y es que a poco más de un año de la elección presidencial en la que se votará a quien suceda a Enrique Peña Nieto, (junio de 2018) lo que resta de 2017 es clave para el futuro de nuestro país, por los siguientes factores:
- En 2017 habrá 3 elecciones de gobernador: Coahuila, Nayarit y –la más importante- Estado de México, por tratarse de la mayor reserva de votos del país (el PRI ya perdió las otras dos: Ciudad de México y Veracruz), y porque es la entidad natal del presidente Peña Nieto, quien como mandatario local arrasó electoralmente a favor de su militancia priísta.
- Las batallas internas en los partidos políticos para determinar a sus candidatos presidenciales lo antes posible, dado lo adelantado que está el único que tiene asegurada su presencia en la boleta electoral del año que viene: el populista Andrés Manuel López Obrador del recientemente creado Partido del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), instituto que trae buenos números en sus primeras 2 elecciones y cuyo abanderado va por su tercer intento para llegar a Los Pinos
- La notable caída en los niveles de aprobación y popularidad de Peña Nieto, a raíz de escándalos de corrupción en su gobierno, su posición frente a Donald Trump y el incremento en el precio de los combustibles, lo que ha colocado a su partido, el PRI, en clara desventaja para los comicios de 2018.
- La obvia división en el principal partido de oposición, el Partido Acción Nacional, que ha avanzado mucho electoralmente bajo la presidencia del joven Ricardo Anaya (quien quiere ser candidato presidencial, al igual que el exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle), pero cuya precandidata mejor posicionada es justamente la esposa del último presidente panista mexicano: Margarita Zavala de Calderón
- La tragedia del otrora partido símbolo de izquierda, el de la Revolución Democrática (PRD), que enfrenta un éxodo de personajes hacia López Obrador y se aproxima a la posibilidad incluso de desaparecer si no logra un mínimo de votación en 2018
Pero, como en la vida, en política todo puede pasar, y en los siguientes meses pueden cambiar los escenarios que hoy se vislumbran.
El parteaguas puede darse dentro de 3 meses, dependiendo de los resultados electorales que si bien no necesariamente resolverían anticipadamente la contienda presidencial del año que viene, sí nos darán elementos de qué tanta fuerza electoral mantiene el PRI (si retiene el gobierno mexiquense, a pesar de Josefina Vázquez Mota y del activísimo López Obrador, o si mantiene Coahuila a pesar de los Moreira).
Por otro lado, de la relación victoria-derrota electoral en este 2017, se derivará la definición de candidatos presidenciales que pelearán con AMLO las llaves de Los Pinos (o de Palacio Nacional, como quieran) dentro de 15 meses.
