Con consignas y reclamos como “¡Centroamérica unida en busca de la vida!”, “¡Todos somos uno, nos hacen falta todos!” e “¡Hijo, escucha: tu madre está en la lucha!” arribará a la Ciudad de México, el próximo 25 de noviembre de 2016, la XII Caravana de Madres Centroamericanas en Busca de sus Hijos Desaparecidos.
Las 40 madres estarán cuatro días en la Ciudad de México alojadas en la Casa de los Amigos AC que servirá como refugio para que ellas puedan compartir con la comunidad sus reclamos, denuncias y desesperación por encontrar a sus hijos e hijas. Las madres esperan la solidaridad de la gente y buscan sensibilizar a las personas respecto a las necesidades de los migrantes centroamericanos en su paso por México hacia los Estados Unidos y sobre el problema del fenómeno migratorio en el mundo.
PRIMERA ESTACIÓN
De acuerdo con un comunicado difundido por el Movimiento Migratorio Mesoamericano, la Caravana habrá ingresado al país el 15 de noviembre de 2016. Las delegaciones de Nicaragua, Guatemala, Honduras y El Salvador coincidirán en la frontera de La Mesilla, en el departamento guatemalteco de Huehuetenango, para de ahí ingresar al territorio mexicano y recorrer parte de la ruta migratoria que vienen escudriñando desde hace 17 años en la búsqueda de pistas de sus hijos.
Auspiciada por el Movimiento Migrante Mesoamericano y con apoyo de una amplia red de organizaciones humanitarias mexicanas e internacionales, en especial alemanas, la caravana dejará su huella y levantará su voz en 11 estados y 30 localidades del país donde se visitarán albergues, cárceles, y las calles de los poblados y caseríos por los que han pasado sus hijos en ruta hacia el norte a realizar la labor de la cual son fundadoras y expertas: visibilizar la ausencia de miles de centroamericanos que han venido desapareciendo en México desde hace décadas.
Este año han decidido transitar por nuevas rutas. El punto de ingreso marca el inicio de una ruta que aunque no es nueva, ha venido engrosándose a partir de que los planes de contención y aprehensión del Plan Frontera Sur, que han obligado a desdibujar el tránsito por el territorio aumentando los riesgos y amenazas durante el viaje. Luego de ingresar por La Mesilla, la caravana se dirigirá a Frontera Comalapa, Nueva Linda, Comitán y San Cristóbal de las Casas, Chiapas, para seguir el rastro de la ruta por la sierra y selva.
De ahí, la ruta las lleva al corredor migratorio conocido como la ruta del Golfo, Tabasco y Veracruz, donde las condiciones de tránsito han empezado a mostrar los niveles de violencia y amenaza que tuvieran hace apenas unos años. Luego de disminuciones en las tasas de secuestros, asesinatos, violaciones y asaltos a migrantes por parte del crimen organizado o redes de delincuencia local, estas situaciones han vuelto a repuntar poniendo a la población migrante en extrema condición de riesgo donde muchas personas desaparecen, y otras terminan siendo fuente de ingreso para los actores criminales y sus cómplices oficiales.
El trayecto continúa hacia Hidalgo, San Luís Potosí, Guanajuato y Querétaro, Ciudad de México, Tlaxcala y Puebla, donde se realizarán actividades de denuncia y búsqueda, para por último dirigirse de nuevo a la frontera sur vía Oaxaca y Chiapas. Esta vez será por la ruta del Pacífico, donde los operativos, retenes y puntos de control y vigilancia en los que se comenten constantes abusos han dado lugar a que además de que los migrantes se separan de la línea de referencia de las vías del tren, también han adoptado la ruta del mar Pacifico anteriormente casi exclusiva de tráfico de drogas, armas y contrabando y en la que ya han ocurrido trágicas muertes de niños.
MARTA SÁNCHEZ SOLER HACE UN LLAMADO DE URGENCIA NACIONAL
La fundadora del Movimiento Mesoamericano que asesora y coordina la Caravana de Madres Centroamericanas en Busca de sus Hijos Desaparecidos en México, Marta Sánchez Soler, compartió para estudiantes de la Universidad Iberoamericana y para Conexión Migrante sus reflexiones en torno al problema migratorio que hoy más que nunca necesita de acciones urgentes para poder atender una ola de movilidad humana que es imposible de frenar.
Refiere que en este momento histórico están en camino de llegar a México alrededor de 40 mil personas de Haití, Cuba y países africanos como Senegal y Camerún que han viajado hasta México vía Brasil por traficantes de personas. Estas migraciones que han sobrevivido a los peligros naturales como picadura de insectos, mordeduras de serpientes y otras vicisitudes que conlleva el cruzar la densa selva entre Colombia y Panamá.
Los que han podido llegar a la frontera con los Estados Unidos están atrapados en Tijuana y Mexicali, Baja California, sufriendo ofensas de los lugareños por su color de piel. El gobierno mexicano ha extendido un permiso de 20 días a estos migrantes (no los puede deportar a sus países de origen porque México no tiene relación diplomática con esos países) para que transiten libremente por territorio nacional hasta que puedan conseguir una carta de asilo en los Estados Unidos.
Sin embargo, luego de las noticias que han conmocionado al mundo con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, la incertidumbre permea. Y por otro lado, los migrantes centroamericanos que circulan sin papeles por México están muriendo o están siendo deportados luego de sufrir vejaciones por parte de la autoridad, detalla la activista Marta Sánchez Soler.
LA TRAGEDIA DE LOS DESAPARECIDOS
Una madre que busca a un hijo o una hija es muy difícil de entender y de asimilar. Se tiene que estar cerca de ese dolor para poder sentirlo. El tener a un desaparecido es como la muerte pero sin cuerpo que llorar. Un desaparecido es un duelo que no se puede cerrar, te deja en el limbo, en la desventura. Provoca un sentimiento de culpa para quien lo padece. Es un dolor que no se puede subestimar, es un dolor que no te deja seguir adelante. La parte material que el desaparecido deja queda en la incertidumbre, nadie puede reclamar, pero todos quieren arrebatarle a la familia lo poco o mucho que el desaparecido dejó como patrimonio, denuncia Sánchez Soler.
“Las personas centroamericanas que desaparecen en México rumbo a Estados Unidos, en busca del llamado ‘sueño americano’, son las principales víctimas del robo, la extorsión, la violación, el trabajo esclavo y la trata de personas. Otros se han encontrado en fosas clandestinas y algunos cuerpos permanecen en el Servicio Médico Forense (Semefo) esperando a ser reconocidos. Esto se agudizó luego de la llamada ‘Guerra contra el narcotráfico’ que promovió el ex presidente Felipe Calderón. Desde entonces se calcula que hay más de 70 mil migrantes desaparecidos en México”.
Quienes salen de sus países en busca de un mejor lugar para ganarse la vida son extremadamente pobres, salen de sus países por necesidad, por hambre y no por gusto. Salen analfabetas, con instrucción educativa mínima, muchas veces sin malicia para poder defenderse del ataque de bandas del crimen organizado que, bajo el amparo de la autoridad, realizan acciones de abuso y xenofobia, reclama la principal coordinadora de este proyecto de ayuda humanitaria.
¿LA BESTIA O UNA RUTA ALTERNATIVA? ¿MORIR CERCENADO O MORIR EN EL MAR?
Algunos desaparecen o mueren porque caen del tren de carga mejor conocido como “La bestia”, “El diablo” o “El tren de los desconocidos”, esa serpiente de acero que recorre la ruta de la muerte desde Arriaga, Chiapas, hacia la frontera norte de México llegando a Tamaulipas, o a Sonora o a la Baja California. Sin embargo, con el Plan Frontera Sur, se ha redefinido la ruta, ahora los migrantes centroamericanos que pasan por México han optado por viajar por tierra, al atravesar selvas y bosques o incluso por alta mar, por la llamada “Ruta del Pacífico” o “Ruta de Occidente” que antes sólo era utilizada por la delincuencia organizada dedicada al narcotráfico.
Esta caravana de madres centroamericanas pide a las autoridades mexicanas protección para sus hijos, cederles el paso o que al menos transiten sin peligro, con dignidad y respeto, porque son seres humanos que creen que en el norte podrán superarse de las condiciones paupérrimas en las que han sobrevivido en sus países de origen. Estos centroamericanos buscan una vida mejor y se encuentran con la muerte. Migrar no es un delito, remata Sánchez Soler.
PERSONAS ENCONTRADAS
En estos 12 años de trabajo continuo de la Caravana de Madres Centroamericanas “Emeteria Martínez” en México, Marta Sánchez Soler, recuerda que han sido más de 260 las personas recuperadas, más de 260 encuentros que han hecho que las madres e hijos vuelvan a sonreír, a dialogar y a hacerse presentes.
El activista Rubén Figueroa es una pieza clave de esta pesquisa, al sentarse en las plazas públicas de los pueblos y ciudades centroamericanas. Ahí, en una mesa en medio de la plaza, poco a poco la gente se acerca. Rubén aplica una estrategia que consiste en la elaboración de fichas informativas que son llenadas por lo familiares que buscan a sus seres queridos. Estas fichas contienen, además de los datos personales, información sobre qué actividades le gustaba hacer al desaparecido, si sabía algún oficio, si tenía aficiones o practicaba algún deporte. Rastrean los números de teléfono de los cuales se comunicaron por última vez, cuentas bancarias o de giros postales, nombres de personas que cobraron remesas o extorsiones.
“Pero lo más importante de nuestra estrategia es salir a campo a caminar. Sólo así, buscando, se encuentra a las personas. Nuestra estrategia se llama ´Puentes de esperanza´, porque hijos buscan comunicarse con sus madres y las madres también andan buscando a sus hijos”.
Sánchez Soler recuerda que en los primeros años, cuando las madres centroamericanas cruzaban la frontera sin seguridad ni papeles, se abrían paso con cantos y rezos, evadían los retenes cantando sus consignas y exigiendo ser escuchadas. En 2010, la Caravana fue emblemática porque llegaron hasta Mazatlán, Sinaloa, e irrumpieron en el Foro Global de Migración y Desarrollo de la ONU que se realizaba en el puerto.
Un Día de Muertos, el 2 de noviembre de 2011, llegaron a San Fernando, Tamaulipas, al almacén donde encontraron los 72 cuerpos de los migrantes masacrados. Para ese entonces ya tenían el apoyo de todas las fuerzas de seguridad pública de México, por cada municipio por el que pasaban. Sin embargo, al llegar a San Fernando, Tamaulipas, la autoridad municipal les negó el apoyo por miedo a represalias. Entonces, tuvo que intervenir la Marina Armada de México, quien las escoltó hacia el lugar, ya que todos los pobladores que todavía estaban ahí, permanecían armados hasta los dientes, comparte para Conexión Migrante, Marta Sánchez Soler.
UN LLAMADO A LA SOLIDARIDAD
La activista Marta Sánchez Soler solicita el apoyo de la comunidad para donar cobijas, chamarras, colchonetas, suéteres, gorros, guantes, calcetines, zapatos y en general ropa de invierno en buen estado para las madres centroamericanas que estarán de paso por la Ciudad de México durante cuatro días. También es necesario donar, en presentaciones individuales o de viajero, pasta de dientes, shampoo, jabón y desodorante.
El centro de acopio se localiza en la Casa de los Amigos, AC.
Dirección: Calle Ignacio Mariscal 132, Col. Tabacalera, Mexico D.F. 06030
TEL.(52-55) 5705 0521, (52-55) 5705 0646
Correo electrónico: [email protected]
o también pueden comunicarse al Movimiento Migrante Mesoamericano
CONTACTOS
Marta Sánchez Soler [email protected] (+521) 555 435 2637
Rubén Figueroa [email protected] (+521) 554 505 6658
José Jacques y Medina [email protected] (+521) 554 346 1368
MÁS INFORMACIÓN
Facebook: Movimiento Migrante Mesoamericano Twitter: @MMMesoamericano
2018, EL AÑO DE LAS MADRES DEL MUNDO BUSCANDO A SUS DESAPARECIDOS
El doctor Javier Urbano, coordinador de la Maestría en Estudios sobre Migración de la Ibero, adelantó a Conexión Migrante que en el verano de 2018, la Ibero será sede del Foro Social Mundial sobre Migraciones en el que se realizará la Cumbre de Madres que a nivel mundial buscan a sus hijos desaparecidos.
