A lo largo de la frontera entre Mexico y Estados Unidos se colocarán tres imágenes de la Virgen de Guadalupe que servirán como un “puente” espiritual para los fieles y, especialmente, para los migrantes.
Así lo aseguró Guillermo Ferrer, coordinador de Unión de Voluntades, una organización mexicana que desde hace varios años se dedica a promover la devoción a la Virgen de Guadalupe en diversas partes de México, especialmente en las más convulsionadas por la violencia y el sufrimiento de los migrantes.
La imagen de la Virgen de Guadalupe es una escultura que mide 2.40 metros de altura y pesa como 80 kilos.
“Estas esculturas las empezamos a llevar precisamente con la intención de ayudar a los migrantes, en lugares específicos de la zona fronteriza”, dijo.
“Hay una imagen que está en Nogales, que es frontera con Arizona. Hay una imagen que está en Tecate, hay otra en Reynosa, afuera de la Casa del Migrante”, dijo.
“Y ahora, con motivo de las elecciones en Estados Unidos y por las informaciones que se vierten sobre los migrantes surgió la necesidad de llevar imágenes a la zona fronteriza”, explicó.
Ferrer dijo que ya hay una imagen de la Virgen de Guadalupe en Tijuana, que próximamente se colocará en un lugar fijo “junto al muro, para que sea un motivo de reflexión”.
Otra imagen ya ha sido bendecida en la Basílica de Guadalupe y comenzará a peregrinar por el estado de Chihuahua “hasta llegar a Ciudad Juárez”. Una más será destinada a Matamoros.
“Con eso estamos cubriendo los dos extremos de la frontera y el centro de la frontera”, con la intención “de que la presencia de la Virgen ayude tanto a los migrantes como a los pobladores de ambos países, para que sea un puente sobre todo en la parte espiritual”.
El coordinador de Unión de Voluntades explicó que la intención es que las imágenes de la Virgen de Guadalupe se ubiquen en “lugares abiertos, fuera de las iglesias, donde la gente, sobre todo los migrantes, puedan acudir, antes de que pasen la frontera, a encomendarse, porque muchas veces no saben a lo que van al otro lado”.
Frente a la Virgen, dijo, estas personas podrán tener “un momento de reflexión y sobre todo, si van a pasar, que la Virgen los apoye espiritualmente”.
Las imágenes serán ubicadas junto “a la frontera, a la línea, al río, que divide México y Estados Unidos”.
Ferrer destacó que “para la Virgen no hay fronteras, las fronteras las hace el hombre”, y expresó su deseo de que Santa María “nos ayude para tener esa armonía entre los países y entre las personas, de ambos lados”.
Las tres imágenes deben estar colocadas a más tardar dentro de seis meses, explicó, y subrayó que si bien la labor es realizada por laicos hay una estrecha coordinación con los obispos de las tres ciudades.
El coordinador de Unión de Voluntades destacó que este esfuerzo apostólico “sigue creciendo” y “nos han pedido otras imágenes incluso en parte de Estados Unidos”.
“Si la gente localmente recibe a la Virgen, eso es lo más importante, ella después actúa, ella trabajará donde la reciban, ella estará con las personas que acudan a ella”.
