La actriz mexicana Kate del Castillo celebró el ganar un amparo en el que acusó a la Procuraduría General de la República (PGR) de México de filtrar a la prensa información del expediente de una investigación en su contra por sus contactos con el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”.
A través de su cuenta de Twitter la protagonista de la serie televisiva “La Reina del Sur” publicó: “Un juez determinó que el linchamiento mediático de PGR en mi contra fue ilegal. Pido se respeten mis derechos humanos y que se me permita defenderme”.
En febrero pasado, la Fiscalía mexicana emitió una orden de localización y presentación de la actriz que solo tenía efectos en México, aunque Kate reside desde hace varios años en Estados Unidos.
En agosto pasado ya le había sido concedido un amparo por un juzgado federal en la Ciudad de México que otorgaba protección provisional a la actriz contra la orden de localización y presentación, fallo que la PGR impugnó, informó la agencia de noticias EFE.
En otro mensaje publicado ayer lunes, Del Castillo agradeció a sus seguidores. “Muchas gracias a todos y todas por su apoyo. Se ganó otro amparo! Espero que pronto llegue el día en que pueda pisar mi país de manera libre”, escribió la actriz.
La PGR investiga la reunión que Del Castillo tuvo con “El Chapo” Guzmán en octubre de 2015, y en particular si la intérprete recibió dinero del capo para su marca de tequila o el rodaje de una película sobre la vida del líder del Cártel de Sinaloa.
Del Castillo tuvo su encuentro con Guzmán cuando este se encontraba prófugo de la justicia. La actriz había tenido contactos con el narcotraficante durante meses por mensajes telefónicos y a través de sus abogados.
Los contactos comenzaron después de que Guzmán la buscara debido al interés que le generó una carta que la actriz publicó en Twitter en 2012 en la que le pedía que traficara con el bien.
De acuerdo con el Gobierno mexicano, esos contactos contribuyeron a dar con “El Chapo”, capturado el 8 de enero pasado luego de que se fugara de la prisión de máxima seguridad –El Altiplano, en el Estado de México– en julio de 2015 por un túnel de 1.5 kilómetros de longitud.
