Como una protesta ante lo que representan (ideológica como económicamente) un grupo de activistas y artistas se unieron para realizar grafitis con luz en los prototipos del muro fronterizo que planea construir el presidente Donald Trump.
Utilizando tres camiones estacionados en el lado mexicano de la frontera, el grupo se dedicó a proyectar imágenes en las paredes.
Entre los mensajes se podían leer cosas como “construyan puentes, no fronteras; bienvenidos refugiados o nadie es ilegal”.
Además se representaron otras imágenes, como escaleras, máscaras de luchadores.
“Bien, tenemos una pared de 30 pies, entonces la gente inventará una escalera de 30 pies”, dijo uno de los participantes quien también señaló que es una forma ridícula de gastar su dinero.
Además añadieron que una escalera cuesta 50 dólares y puedes ocuparla para escalar una gran pared que costó 500 millones en ser construida.
El dato
Los prototipos de muro fronterizo fueron presentados a mediados de octubre, y a pesar de que el presidente ha sugerido que son una solución al problema de la migración ilegal, pocos creen que puedan funcionar.
Uno de los principales problemas es el costo que implica construir una barrera de este tipo a lo largo de los 3 mil kilómetros de frontera con México.
Además, el gobierno tendría que expropiar o confiscar las tierras de muchos habitantes a lo largo de la frontera, especialmente en Texas, donde 95% de la propiedad es privada.
En 2008, cuando el Departamento de Seguridad Nacional intentó construir una valla fronteriza en el valle del río Bravo, al sur de Texas, terminó enfrentándose a más de 300 amparos en tribunales. Decenas de esos casos siguen pendientes.
