Casi cuatro mil migrantes centroamericanos abandonaron la madrugada de este sábado el estadio deportivo donde se encontraban en Ciudad de México, iniciando la parte más larga y peligrosa de su camino hacia la frontera sur con Estados Unidos.
Este grupo seguirá a los otros 900 migrantes que ya partieron de la capital mexicana el viernes, y muchos estaban impacientes por seguir avanzando tras haber pasado gran parte de la semana descansando y recibiendo atención médica en el estadio Jesús Martínez.
Esta mañana miles de migrantes se fueron del estadio Palillo en Ciudad Deportiva. Trabajadores de la CDMX recolectaron basura, colchones, ropa que dejaron a su paso #CaravanaMigrante ?: Valente Rosas pic.twitter.com/iPV3t4XGl0
— El Universal (@El_Universal_Mx) 10 de noviembre de 2018
Pedro Ultreras, corresponsal de Univision, reportó la salida de los migrantes del estadio e indicó que su próxima parada será Querétaro, con destino a Tijuana.
SALE CARAVANA MIGRANTE La caravana migrante toma camino nuevamente. Ya está en las calles de la La Ciudad de México rumbo a Tijuana. Su siguiente parada es Queretaro a unas 130 millas de la capital del país. @uninoticias #exodomigrante #caravanahistorica #crisishumanitaria pic.twitter.com/x7oAyaJPeX
— Pedro Ultreras (@pedroultreras) 10 de noviembre de 2018
Esto concuerda con el cronograma de la caravana que presentó la directora de la Comisión de Derechos Humanos de México, Nashieli Ramírez, según reporta AP.
Primero llegarían en metro hasta la parte norte de la Ciudad de México y desde allí ir primero a la ciudad de Querétaro, y más tarde a Guadalajara (en el estado de Jalisco), Culiacán (Sinaloa) y Hermosillo (Sonora) hasta llegar a Tijuana, a unos 2.800 km de la capital.
Ramírez indicó que lo largo del camino, las comisiones de derechos humanos han hecho “una cadena de protección” para acompañar a la caravana, pues en el norte del país operan cárteles y bandas relacionadas con el narcotráfico.
Ciudad de México está a 965 kilómetrosdel cruce más cercano, McAllen, Texas, pero es considerado el camino más peligro pues las ciudades fronterizas mexicanas están controladas por los cárteles. Aunque también implica riesgos y el trayecto es más largo, la ruta hacia California sería la via más segura.
El diario mexicano Milenio reportó que el segundo grupo de migrantes, el de 900 migrantes, que se encontraba en el estadio Corregidora en Querétaro, estado de Querétaro, a donde llegará este grupo grande, también decidieron partir.
El gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez, afirmó que las autoridades están preparadas para recibir a cuatro mil personas. Al grupo anterior, el gobierno estatal ya los había apoyado con alimentos y productos básicos para su viaje.
400 de los casi 4000 migrantes que se encontraban en el estadio decidieron quedarse en México. Ya el miércoles, un bus partió de la capital mexicana con 37 personas que volvían a sus países.
El Paso del puente que conecta a Ciudad Juárez y El Paso, #Texas, fue cerrado por unos 20 minutos por ejercicio anti motines de CBP con la colaboración del Ejército. Reporte desde el lugar @CELIAMENDOZA25 pic.twitter.com/BgJS1n5irj
— Voz de América (@VOANoticias) 9 de noviembre de 2018
Este viernes, un día antes de la partida del grupo más grande, el ejército estadounidense y el personal de Aduanas y Protección Fronteriza, CBP por sus siglas en inglés, realizaron un ejercicio antimotines en el puente internacional Santa Fe, entre Ciudad Juárez, Chihuahua, México: y El Paso, Texas, Estados Unidos.
La corresponsal de la Voz de América Celia Mendoza estuvo presente en los ejercicios, que mantuvieron el puente cerrado por al menos 20 minutos.
En estos ejercicios participaron elementos fuertemente armados; además, que el grupo contaba con tanquetas artilladas y helicópteros. Estaba programado para el martes, el día de las elecciones de medio término en Estados Unidos, pero fue reprogramado.
Ejercicio antimotines realizado este viernes #9Nov en el puente internacional Santa Fe, entre #CiudadJuárez, México, y #ElPaso, Estados Unidos. ?: @CELIAMENDOZA25 pic.twitter.com/6btVEF4gp7
— Voz de América (@VOANoticias) 10 de noviembre de 2018
Quedarse unidos
″¡Vamos, vamos!”, gritó Eddy Rivera, de 37 años. Ya no quería quedarse más tiempo en el campamento instalado en Ciudad de México.
“Todos estamos enfermos del frío, de la humedad”, agregó Rivera, que dejó a su esposa y cuatro hijos en Honduras. “Queremos salir ya, tenemos que llegar a Tijuana”.
Aunque no estaba seguro de cómo sería admitido en Estados Unidos, relata la agencia AP, el deseo de este trabajador agrícola no cualificado es sencillo: ganar suficiente dinero para construir una pequeña casa para su familia en Puerto Cortés.
Tanto el grupo que se encontraba en Ciudad de México, como el que ya había llegado a Querétaro, hacen todo lo posible por quedarse unidos y no esparcirse para minimizar riesgos.
Los migrantes salieron el 13 de octubre de San Pedro Sula, Honduras, y han recorrido más de mil 500 km para llegar a Ciudad de México, gran parte a pie y bajo un implacable sol en las carreteras del sur del país.
Alrededor del 85% son de Honduras y el resto de Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
Texto de Voz de América