Las acciones ejecutivas de Donald Trump para la construcción del muro en la frontera con México, incrementar la vigilancia y las deportaciones, así como los centros de detención de migrantes indocumentados, deben considerarse como “un monumento a la xenofobia y no es más que un paliativo para su principal argumento: la seguridad de su país”, consideró la diputada local Maritza Marín Marcelo.
La presidenta de la Comisión de Migración y Asuntos Internacionales del Congreso local advirtió que, si el magnate añade a estas determinaciones un impuesto a las remesas, para cobrarse el muro “de una u otra manera”, como ha amenazado, Puebla lo resentiría económicamente.
La legisladora priísta recordó que al estado, en promedio, llegan desde la Unión Americana mil 400 millones de dólares al año, que son el ingreso básico para muchas familias en todo el estado.
“Hemos estado atentos y en comunicación con los paisanos allá, en donde hay el temor de que Trump concrete la amenaza de un impuestos de hasta 5 por ciento a las remesas, lo que le dejaría una ganancia de alrededor de mil 300 millones de dólares al año”.
“Ahí es donde vemos que puede intentar cobrarse su monumento a la xenofobia”, lamentó.
Maritza Marín dijo que con esas determinaciones, el republicano da a México un trato “de adversarios, no de socios ni de amigos… está buscando el aplauso y la complacencia del sector más radical y xenófobo de Estados Unidos y no repara en las condiciones de buena vecindad que deben privar con nuestro país”.
“Hay que recordar que no es nuevo el tema de un muro, una barrera, pues existe, aunque solamente en algunos tramos, en alrededor de la tercera parte, de la frontera México-Estados Unidos, que tiene una extensión de 3 mil 152 kilómetros y que divide a cuatro estados de allá: California, Arizona, Nuevo México y Texas; así como a seis entidades mexicanas: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas”.
La legisladora priísta recordó que actualmente existe una valla que construyó en 1990 la administración de Bill Clinton, pero solamente cubre mil de esos más de 3 mil kilómetros y se encuentra en los estados de California, Arizona y Nuevo México.
“Como ha dicho el presidente Enrique Peña Nieto, los mexicanos creemos en puentes, no en barreras, ni físicas ni ideológicas, que separen a nuestros países.
“Rechazamos los obstáculos en la relación con Estados Unidos, en donde además hay alrededor de 35 millones de mexicanos y, de ellos, cerca de 2.5 millones son poblanos, como por cierto se establece en el libro ‘Los Migrantes Poblanos en Estados Unidos’, que ayer (martes) presentamos y que es un esfuerzo conjunto de Congreso y el Poder Ejecutivo de nuestro estado”, dijo en entrevista.
