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Secuestran y asaltan a familia de migrantes zacatecanos en Durango

Tan sólo 500 metros habían recorrido después de pasar por la caseta de peaje de Bermejillo, en el estado de Durango, cuando una camioneta les cerró el paso. Eran las 9:20 de la noche del martes 13 de diciembre cuando Rafael Castañeda, junto con su esposa, sus dos hijas y su cuñado, fueron bajados del vehículo por tres personas armadas.

Venían desde Los Ángeles, California, a pasar las fiestas navideñas con su familia en Zacatecas y a celebrar en su tierra natal los 15 años de una de sus hijas.

Tras ser amedrentados con armas de fuego, e incluso con disparos que no llegaron a herirlos, los cinco integrantes de la familia fueron subidos a la parte trasera de la camioneta y llevados durante 45 minutos por un camino de terracería.

Por una hora y media estuvieron privados de su libertad por los tres jóvenes que, según expuso Rafael, no tenían más de 26 años de edad.

“Querían violar a mis hijas”, dice el padre de familia con la voz entrecortada. “Nos quitaron todo”; el dinero, las tarjetas de crédito, el vehículo y los documentos de identidad como los pasaportes.

Tras ser despojados de sus pertenencias fueron abandonados en el lugar, por lo que tuvieron que caminar durante casi dos horas hasta llegar al rancho más cercano. Era la 1 de la madrugada del miércoles 14 de diciembre.

“Llegamos a un ranchito; a esas horas, a la 1 de la mañana, ¿quién te va a abrir? Nadie”. Afortunadamente, añade este zacatecano, encontraron a un señor en la calle, quien les llevó a la central camionera de Gómez Palacios.

Tenían 22 dólares; dos se los dieron a la persona que los trasladó hasta la estación de autobuses. Sus familiares pudieron pagarles los boletos de camión para que llegaran a Fresnillo, municipio de origen de su esposa y su cuñado.

Al día siguiente, sin ni siquiera descansar después del ataque sufrido pocas horas antes, regresaron a Lerdo para interponer la denuncia ante las autoridades del estado de Durango.

Desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde estuvieron en el juzgado y luego acudieron junto con la policía al lugar donde había ocurrido el asalto. No obstante, hasta ahora, no han obtenido una resolución favorable.

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En Zacatecas, dicen haber acudido con autoridades migratorias locales con el objetivo de obtener apoyo económico para el viaje de regreso y ayuda con sus documentos robados, a fin de poder ingresar de nuevo a territorio estadounidense. Sin embargo, no obtuvieron el respaldo.

“Yo no estoy acostumbrado a pedir, eso lo hago porque fue un golpe demasiado grande que nos dieron. (…) Traía a mis hijas para que conocieran dónde nacimos; estábamos haciendo el esfuerzo porque ella misma dijo que quería su fiesta (de 15 años) aquí”, cuenta Rafael.

Este zacatecano se fue a Estados Unidos en el año 1983 y ya tiene la nacionalidad; mientras tanto, su mujer es residente y sus hijas nacieron en Estados Unidos.

La familia hace hincapié en que desde la frontera y en todo el estado de Chihuahua se advierte una fuerte presencia policiaca para inhibir este tipo de hechos delictivos. Sin embargo, al entrar a Durango y también en territorio zacatecano hay una ausencia casi total de vigilancia en las carreteras.

En el Congreso del estado fueron recibidos por el diputado migrante Felipe Cabral, quien no quiso apoyar de entrada a los afectados con recursos. Fue después de la insistencia de la familia cuando les ayudó con mil pesos.

En el momento en el que sostenían el encuentro con medios de comunicación, solicitaron el apoyo al diputado Le Roy Barragán Ocampo quien en un primer momento dijo que no es un legislador migrante y que su distrito es el de Villanueva. No obstante, finalmente los llevó a su oficina con el objetivo de apoyarlos.

Rafael, sin contener la rabia al hablar, asegura: “Yo soy zacatecano, con mucho orgullo. Y ganas me dan de no volver. Mis hijas son nacidas en Estados Unidos, pero las traigo para que vean las raíces mexicanas; pero, con esto, se me quitan las ganas”.

La Jornada Zacatecas

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